TDAH: hiperactividad y falta o déficit de atención

5/5 - (1 voto)

TDAH: Trastorno por déficit de atención

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, comúnmente conocido como TDAH, es un trastorno de la conducta que afecta tanto a niños como a adultos de ambos sexos y se caracteriza por una sintomatología que incluye déficit de atención e hiperactividad.

Los síntomas que sufren estas personas pueden suponer una dificultad para desarrollar una vida normal. Muchos niños hiperactivos tienen problemas para dormir, sufren de fracaso escolar, y les cuesta seguir normas y relaciones sociales. Los mismos puntos son aplicables a adultos. Muchos adultos sufren de hiperactividad o falta de atención pero nunca han sido diagnosticados y sufren desgaste y bajo rendimiento en su lugar de trabajo, a causa de ello.

Veamos cuales son los síntomas más identificativos:

Síntomas

Los síntomas se manifiestan a partir de los tres o cinco años. Y es en el colegio, sobre todo en niños de primaria, donde suelen percatarse con más antelación de los síntomas. Sin embargo también existen adultos que sufren TDAH y no están diagnósticados.

En niños y adolescentes, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) abarca dos principales síntomas que lo identifican: la hiperactividad y la falta de atención. Un paciente debe sufrir, al menos, unos de estos dos síntomas para poder ser diagnosticado de TDAH. Esto quiere decir que una persona puede sufrir de

  • Falta o atención
  • Hiperactividad
  • Ambos: Falta de atención e hiperactividad

Este último es el más común de todos los escenarios posibles.

Veamos en detalle que caracteriza a cada uno de ellos:

Falta o Déficit de atención

La falta de atención se caracteriza por:

  • Dificultad para concentrase, distraerse o olvidarse fácilmente de realizar tareas cotidianas.
  • Dificultad para organizar tareas u olvidarse de ellas.

Hiperactividad

La los síntomas que caracterizan la hiperactividad son:

  • Impulsividad, realizan actos sin pensar en las consecuencias.
  • Seguir instrucciones para desempeñar una actividad.
  • Dificultad para relajarse o estar quieto.
  • Dificultad para cumplir plazos o turnos

En la actualidad, mucha gente cree que el TDAH no existe. Esto es debido a que en el pasado se catalogaba a los niños hiperactivos como inquietos y a los que sufrían déficit de atención como despistados. Sin embargo los síntomas están ahí y no suelen desaparecer. Por eso, la sintomatología de TDAH en adultos es muy similar a la de los adolescente o niños, pero en adultos tiende a prevalecer el déficit de atención frente a la hiperactividad.
En un adulto es más difícil de diagnosticar la sintomatología ya que se le asocia a su personalidad como algo normal.
El convivir con esta sintomatología hace que se desarrollen otros problemas como depresión o dislexia.

El TDAH siempre ha existido por eso la causa no es la alimentación y los conservantes como las leyendas urbanas cuentas.

Causas del TDAH

tdah causas hiperactividad

Aunque no existe una causa clara TDAH, si se ha detectado algunos factores que aumentan las posibilidades de desarrollar el trastorno.

  • Factores genéticos. Se cree que es el factor más determinante pero no se comprende totalmente la influencia.
  • Nacer de forma prematura
  • Fumar y beber durante el embarazo
  • Consumir paracetamol como analgésico durante el embarazo
  • Personas que sufren de epilepsia. Tienden a padecer de TDAH también.

Diagnóstico del TDAH

El diagnóstico del TDAH, suele realizarse entre los 5 y 10 años. Es común que los profesores den la voz de alarma y se aventuren a diagnosticar a ciertos niños inquietos de la clase. No debemos alarmarnos y dar por sentado la idea.
En la acualidad suele «sobrediagnosticarse» esta enfermedad por eso es importante que el diagnóstico lo haga un profesional. Sólo ellos están capacitados para detectar con precisión la sintomatología y prescribir un tratamiento adecuado a la misma.

El diagnóstico de TDAH en adultos es particular. Los adultos suelen ser ellos mismos los que acaban por percatarse del problema y buscan la ayuda de un profesional que se lo confirme. Aunque es complicado ya que lo tienen muy normalizado.

Tratamiento TDAH

Existe tratamiento para el TDAH. Este tratamiento ayuda reducir los síntomas permitiendo a los pacientes a concentrarse y calmarse para llevar así una vida más normal. Por contra, NO existe cura para el TDAH, no debemos dejarnos engañar por falsas promesas como el MMS que no sólo es una estafa sino que pone en riesgo la salud de los pacientes.

Las mejores formas de tratamiento para el TDAH son una combinación de tratamiento farmacológico y conductual.

Tratamiento farmacológico de TDAH

La medicación existente para tratar el TDAH está sujeta a prescripción médica: necesita receta. En la actualidad existen distintas opciones disponibles según el tipo y grado de trastorno. Es el médico y sólo el médico el que debe elegir uno u otro basándose en su diagnóstico. Nunca bajo ningún concepto debemos automedicarnos (ni a nuestros hijos).

El tratamiento es diferente según sea para un adulto o un niño. La dosificación también es distinta, por ejemplo muchos niños sólo lo toman los días de colegio. Otra vez, esto debe valorarlo un facultativo autorizado para ello.

Rubifen, Metilfenidato

Uno de los más usados es el Rubifen( o Concerta, Medikinet, Equasym, Ritalín…) cuyo principio activo es el metilfenidato. Este es un estimulante que actúa activando las zonas del cerebro involucradas en la atención y el comportamiento. Este es un medicamento que además de necesitar receta está bajo control especial por lo os pedirán el un documento identificativo al ir a la farmacia a retirar la receta.
Muchos padres tienen dudas sobre empezar a medicar a sus hijos con Rubifen. Encuentran muchas opiniones negativas sobre el Rubifen haciendo incapié sobre todo en sus efectos secundarios.
Los efectos secundarios del Rubifen incluyen:

  • Pérdida de peso, en consecuencia a una pérdida de apetito
  • Dolor de cabeza
  • Cambios de humor
  • Dificultades para dormir
  • Palpitaciones o taquicardias

Estos son algunos de los efectos secundarios del Rubifen. Muchas veces es debido a una mala dosificación, reajustando la dosis suele desaparecer el problema. En otras ocasiones no se se tolera bien la medicación, por lo que debe consultarse con el médico y valorar otras alternativas.

Elvanse, Lisdexamfetamina

El Elvanse es un derivado anfetamínico, un estimulante que actúa de una forma similar al metilfenidato. Suele ser la primera elección para tratar el TDAH a adultos, y para niños y adolescentes en los que el metilfenidato no da resultado.

Los efectos secundarios del Elvanse son muy similares a los del Rubifen, incluyendo efectos gastrointestinales como diarrea o dolor estomacal.

Intuniv, Guanfacina

Guanfacina es una alternativa a los anteriores cuando estos no pueden ser utilizados. A diferencia de los anteriores este puede dar mareos por bajada de tensión. Es un efecto secundario bastante común.

Strattera, atomoxetina

El Strattera actúa de forma diferente a los dos anteriores. Este es un inhibidor selectivo de la recaptación de noradrenalina. Es una alternativa al metilfenidato o lisdexamfetamina si estos no cumplen el efecto deseado.
Al igual que todos los medicamentos cuenta con efectos secundarios que no deben condicionar su uso, si un profesional cree es necesario, se deben seguir las pautas indicadas.

Bonus: ¿Por qué el Rubifen o el Elvanse están tan controlados?

Existen muchos ambientes en los que se están usando el Rubifen de forma incorrecta y peligrosa. Muchos estudiantes utilizan el rubifen para estudiar sin ningún tipo de control médico. Muchos de ellos consumen el rubifen esnifado, poniendo, todavía más, su salud en peligro.
Por eso es importante NO utilizar el Rubifen sin prescripción médica. Siempre debe adquirirse en una farmacia, nunca bajo ningún concepto se debe comprar por internet, ni contrareembolso, ni Wallapop, ni Ebay, NUNCA. Y si se usa se debe utilizar siguiendo las instrucciones del médico o farmacéutico.

Tratamiento no farmacológico

tdah hiperactividad deficit de atencion

Existen complementos al tratamiento para el TDAH sin medicación. Esto incluye dieta, suplementos y terapia conductual. En ciertos casos estas medidas pueden resultar suficientes pero en la mayor parte de los casos acaba por necesitar apoyo farmacológico.

Terapia conductual

Este tipo de terapias ayudan a los pacientes y los padres a aprender técnicas de gestión del comportamiento, apoyando e incentivando las buenas conductas. Se enseña como actuar en situaciones cotidianas y repasando los aspectos positivos y negativos presentan su comportamiento.
Existen asociaciones que cuentan con cursos y programas de apoyo a las familias repartidos por toda España. Puedes consultarlas aquí.

Dieta

Una dieta desequilibrada ayuda a que los síntomas de TDAH sean más difíciles de controlar. Con esto no estamos diciendo que el TDAH sea provocado por la alimentación, pero si influye en ello. Instaurar una dieta rica y variada es un paso importante a la hora de convivir con este trastorno. Siempre podemos acudir a nutricionistas o profesionales que nos den una orientación más detallada.

Suplementos para TDAH

Existen suplementos naturales con estudios que sugieren un efecto beneficioso para los síntomas de TDAH.
Algunos de los de más renombre son los ácidos grasos omega 3 y omega 6 o el hongo multiusos reishi. Sin embargo las evidencias son limitadas por lo que se aconseja su con precaución.
Es importante hacer saber al médico si se están tomando estos o cualquier otro tipo de suplemento ya que pueden interferir con los tratamientos tradicionales.

Conclusión

Vivir con niños con TDAH es difícil, y más si es un niño. Por eso es importante conocer a que nos enfrentamos y como abordarlo.
En adultos, ser diagnosticado con TDAH puede suponer un alivio y un reto. Un alivio porque encuentras explicación a muchos problemas y un reto porque realmente no sabes como solucionarlo.
Tanto para niños como adultos, con medicación prescrita por un profesional y apoyo de las asociaciones, que nos enseñan trucos como establacer rutinas o hacer ejercicio físico, podemos aprender a convivir con este síndrome es nuestras vidas.

Deja un comentario